¿Tenemos algún iPhone, iPad o iPod touch en casa?, si es así seguro que nuestros pequeños exploradores no se pueden resistir a la tentación de cogerlo de vez en cuando. En ese caso conviene que sepamos configurar sus opciones de control parental o restricciones del sistema para que lo hagan con seguridad.
No cabe duda de que hoy en día los dispositivos de ‘la manzana’ tienen gran popularidad y podemos encontrarlos en numerosos hogares de nuestro entorno. Ya sean smartphones como el iPhone, tabletas como el iPad o dispositivos de entretenimiento como el iPod touch, todos tienen en común su capacidad para conectarse a Internet y comparten el mismo sistema operativo iOS 9, por lo que su configuración es la misma (se prevé que en breve esté disponible la siguiente versión del sistema, iOS 10).
¿Quién y cómo lo va a usar?
Lo primero que debemos tener en cuenta es la edad e intereses de nuestros hijos. No es lo mismo configurar el dispositivo para un pequeño de 3 años que para una adolescente de 13. Lógicamente sus intereses serán distintos, así como su capacidad para gestionar distintos tipos de juegos, fotos, vídeos, redes sociales, etc.
Para dejar claras las normas de uso desde un inicio y que ellos sepan lo que pueden y no pueden hacer, una buena idea es llegar a un pacto o acuerdo de uso (ejemplo de pacto) con nuestros hijos. Además de hacerles conscientes de los riesgos que conlleva utilizar estos dispositivos, les recordaremos algunos consejos de uso seguro como por ejemplo agregar sólo amigos de verdad o compartir sólo fotos que no nos importe que las pueda ver cualquiera. En este sentido, siempre es buena idea comprometernos con ellos a estar a su lado, escucharles y apoyarles.
Modelo de pacto familiar para el buen uso de una tablet
Activando las restricciones, estableciendo el código maestro
Para activar el control parental debemos acudir a los menús Ajustes > General > Restricciones. Una vez allí deberemos pulsar en Activar restricciones, con lo que se nos solicitará la creación de un código para las restricciones. Se trata de un código que deberemos utilizar cada vez que hagamos algún cambio en estas restricciones, por lo que deberemos recordarlo. Además, debemos procurar que este código sea seguro, es decir, que no tenga que ver con información personal fácilmente deducible (por ejemplo un año, una fecha de cumpleaños o un número de teléfono) y que sea distinto de otros códigos que pudiéramos utilizar (por ejemplo para el desbloqueo del dispositivo).
Es muy importante que seamos capaces de recordar este código, ya que lo necesitaremos para cambiar estos ajustes o desactivar las restricciones. Si lo perdemos u olvidamos sólo podremos desactivar las restricciones restaurando el dispositivo a su configuración por defecto o de fábrica (al estado en el que se encontraba cuando lo compramos) sin poder restaurar la copia de seguridad y perdiendo la información almacenada en él.
Configurando el control parental, las restricciones
En el mismo menú Ajustes > General > Restricciones encontraremos varios bloques de opciones para configurar las limitaciones del dispositivo. En el primero denominado PERMITIR tendremos la opción de bloquear o permitir algunas de las apps (como por ejemplo el navegador Safari o la Cámara) y también funciones como por ejemplo instalar/eliminar apps o hacer compras dentro de las apps (in-app payments).
En un segundo bloque de configuraciones CONTENIDO PERMITIDO, podemos limitar los contenidos a los que se puede acceder desde nuestro dispositivo y las tiendas de apps, música, películas, etc. Pero antes de ponernos con ello conviene asegurarse de que la configuración de ‘Calificación para’ se ajuste a nuestra localización ‘España’.
¡Ojo!, si no queremos restringir totalmente la instalación de apps o las compras dentro de ellas, debemos configurar los ‘Ajustes de contraseña’ para que nos pida siempre una contraseña en cada compra o instalación.
Respecto a los siguientes bloques de configuraciones, en PRIVACIDAD podemos restringir varias opciones de privacidad (como las referidas a localización, contactos, etc.). En el bloque de PERMITIR CAMBIOS encontraremos otros ajustes del sistema y de las cuentas (como el correo electrónico o subir y bajar el volumen) y en el de GAME CENTER tenemos las posibilidades relacionadas con los juegos (como utilizar juegos multijugador o añadir amigos).
Restricciones activas, ¿resultados?
Después de configurar todas las restricciones llega el momento de que hagamos algunas pruebas para asegurarnos de que todo funciona como esperamos.
Así pues, cuando intentemos navegar por una web considerada ‘para adultos’ nos aparecerá un mensaje que nos indica que ‘No puedes ver la página porque está restringida’. Como vemos en el ejemplo de la imagen, la noticia sobre los Juegos Olímpicos se puede ver sin problemas, mientras que otra noticia sobre un atentado terrorista que incluye imágenes explícitas no está permitida.
En el caso de las apps, conviene que sepamos que la configuración de las restricciones no afecta a los resultados de las búsquedas que se hagan. Estos se mostrarán sin filtrar, aunque no nos permitirá instalar las apps que no cumplan con los criterios de edad que hayamos asignado. En la imagen de ejemplo podemos ver que el juego de la parte superior está disponible para su descarga e instalación (botón Obtener activo), mientras que el de la parte inferior no (el botón Obtener no está activo).
Acceso guiado
En algunos casos, especialmente para los más pequeños, también nos puede resultar interesante utilizar el Acceso guiado. Cuando esta opción está activa se limita el uso del dispositivo a una única app de la cual no se puede salir sin el código de Acceso guiado que hayamos definido previamente. Por ejemplo podemos hacer que los más pequeños sólo puedan jugar con una app que nosotros consideremos segura.
Para configurar esta función deberemos acudir a Ajustes > General > Accesibilidad > Acceso guiado. Sin embargo, a la hora de utilizarla, basta con abrir la app que queremos que utilicen, pulsar 3 veces el botón de inicio y configurar los ajustes de Acceso guiado para esa sesión.
En ese momento podemos deshabilitar ciertas zonas de la pantalla y hasta los botones físicos del dispositivo para evitar acciones no deseadas como menús que se despliegan o sonidos que suben de volumen. Asimismo, podemos establecer un límite de tiempo para la sesión, con lo que terminado éste, el dispositivo queda ‘inutilizado’ hasta salir del Acceso guiado.
Para salir de este modo deberemos pulsar otras 3 veces en el botón de inicio e introducir el código de Acceso guiado (o en su caso pulsar 1 vez el botón de inicio y usar la huella dactilar).
En familia
Otra opción es la de En familia, un servicio disponible desde el menú Ajustes > iCloud > Configurar ‘En familia’. Con él se pueden generar cuentas de usuario (Apple ID) específicas para cada miembro de la familia, facilitando la puesta en común de fotos y recordatorios de eventos, permitiendo localizar cada dispositivo, así como configurar las restricciones comentadas previamente e incluso solicitar la aprobación del organizador/a de la familia para descargar e instalar cualquier aplicación.
Aunque es gratuito, para utilizar esta función es necesario tener configurado un medio de pago en la cuenta de la persona organizadora de la familia ya que en algunos casos pueden realizarse compras.
Asimismo, tenemos la opción de instalar otras herramientas de control parental externas, como por ejemplo Qustodio o Norton Family, entre otras.
Protegiendo el dispositivo
Por último señalaremos que, además de las restricciones que hayamos configurado pensando en los menores, también nos será muy útil acordarnos de proteger el propio dispositivo siguiendo los consejos habituales para smartphones y tablets, así como otros consejos específicos para dispositivos iOS.
Para terminar, y como ya hemos mencionado en otras ocasiones, este tipo de herramientas y configuraciones de control parental son siempre de gran ayuda, pero como un complemento a nuestra labor de mediación parental en el aprendizaje de un uso seguro y responsable de las tecnologías. No valen excusas, ninguna herramienta puede sustituir jamás nuestra presencia activa acompañando y escuchando a nuestros hijos e hijas.
Nota de DavidHellin: La noticia es original de OSI