La conducta de los menores en muchos casos no concuerda con los deseos de sus padres, pero hay que recordar que la actuación de estos a veces tampoco concuerda con esos deseos. Además, hay que añadir la influencia de la sociedad y los modelos que se pueden ver en televisión y otros medios que no siempre refuerzan valores que todo el mundo considera deseables. Por eso es necesario que los padres sirvamos como ejemplo a imitar y que nuestra conducta sea coherente con nuestro discurso.
Frecuentemente escuchamos quejas de adultos sobre el uso que los niños y adolescentes hacen de internet y siempre aparece la misma pregunta ¿por qué hacen estas cosas? Pero pocas veces oímos a alguien diciendo que el principal método de aprendizaje es la imitación, y que los chavales no son más que un reflejo de lo que ven cotidianamente. Y ahí está la importancia de que les sirvamos como modelo.
Así es, por más que pensemos que ellos deciden cómo actuar olvidamos que normalmente eligen entre las alternativas que se les muestran. ¿Que de entre todas no suelen elegir las ideales? Puede, pero tal vez eligen la que ven como más común y no lo sabemos. Además tenemos claro que en muchos casos el conjunto de la sociedad no termina de ayudarnos a mostrar modelos positivos y valiosos.
Por ello, como padres, debemos reflexionar de vez en cuando sobre si nosotros mismos somos el mejor ejemplo o si hay alguna actitud que no terminamos de corregir para no ser un mal modelo.
Por ejemplo, ¿cuántas veces nos piden nuestros hijos que les dejemos el teléfono móvil o tableta para jugar y tras varias veces teniendo que autorizarles una instalación acabamos quitando los sistemas de protección del dispositivo? Por más que lo veamos como un modo de ser más ágiles no dejamos de enviar un mensaje claro, la seguridad por debajo de la comodidad, aunque el único inconveniente a sufrir fuera introducir una simple clave.
El envío de imágenes y vídeos de nuestros hijos a través de aplicaciones como WhatsApp o su publicación a través de redes sociales es más que habitual cuando éstos son pequeños. Pero luego queremos que ellos aprendan a valorar la privacidad y no la expongan abiertamente en internet, olvidando que nosotros hemos sido los primeros en abrir las puertas.
La lista de ejemplos podría ser muy larga (responder a llamadas perdidas de números que no conocemos, discusiones sin sentido con el único fin de “tener razón”, instalar programas sin fijarnos en que aceptamos incluir barras de herramientas, ver en casa programas de televisión que no valoran la privacidad o promueven modelos de actuación nocivos…) pero hay que ser conscientes, nosotros somos los primeros que debemos dar ejemplo.
El cómo servir de ejemplo no es tan simple como parece, pero tampoco es tan complicado, es cuestión de generar una buena dinámica. Por eso, lo mejor es empezar acompañándoles en su uso de internet desde pequeños, cuando están aprendiendo a utilizar las nuevas tecnologías y se pueden generar fácilmente buenos hábitos.
Además, es recomendable (a todas las edades) hablar con ellos sobre lo que hacen y ven en internet, intercambiando experiencias y conociendo sus opiniones. Así, podremos saber lo que hacen bien y mal, y también nos daremos cuenta de nuestros propios errores, que no está de más reconocerlos y asegurar que pondremos de nuestra parte para corregirlos.
Otra buena práctica a la hora de dar ejemplo es estar entre sus contactos en las redes sociales. Así, podrán ver cómo las utilizamos y nos forzaremos a nosotros mismos para hacer un uso responsable y que pueda servir como ejemplo.
Obviamente cada caso es diferente y depende en gran medida de la edad de nuestros hijos y de su uso de la tecnología, por lo que recomendamos leer esta Guía para la mediación parental en la que se pueden encontrar estos y otros consejos prácticos para cada edad.
Todos estos casos son buenas prácticas relacionadas con internet, pero no olvidemos lo más importante, cómo utilizan las nuevas tecnologías no es más que un reflejo de cómo se comportan en su día a día. Por tanto, su educación sobre cómo actuar en internet debe ir de la mano de las mismas pautas que les inculcamos para su vida diaria en el resto de ámbitos.
Nota de DavidHellin: La noticia es original de OSI